Sin más asombro y otros poemas
Pareciera que nada tengo, / que nada ha bajado a la página / y ningún verso se ha desatado / de la rama de la noche. / Pongo mis hojas al sol / para verles crecer sus raíces; / moho que dé muerte a ese blanco inaudito / que todo principio es.
Mimeógrafo #135
Agosto 2024
Sin más asombro
Víctor Argüelles-Ángeles
(México)
Vámonos despacio…
No vislumbres letreros engañosos
que derrama la tinta de la tarde.
No repares excusas en la lengua
sin antes tener una respuesta: clara evidencia
de los árboles
que cuelgan el indicio verde entre sus hojas.
La única certeza es el respiro
de esta tierra negra bajo el prado.
Despacio… a entregarnos
con ondas de exacta latitud, transpirémonos.
La claridad más rauda te persigue
y te afila puntas para escribir el asombro,
sin más sombra generada
que el amparo de tu altura sobre el suelo.
Mimeógrafo #136
Septiembre 2024
El hacer
Víctor Argüelles-Ángeles
(México)
Que no exista más que “el hacer”
seguido de voces mandatarias
como insólito disparo del diluvio
quebrantando la calma con su ruido.
Está aquí y es interminable.
Lleva un mar por dentro
y prisas de estallar en la blancura.
Golpearse en el cristal como un insecto
abatirse tenso.
Viene de la sombra, del infierno terrenal
de las mil hectáreas del suelo inhóspito
donde reina la encrucijada del silencio.
No me preocupo si puedo salvarlo
de esa llaga de terror y olvido,
y ponerlo entre nosotros con sus olas
que su espuma de alto riesgo no salvará
a nada
y a nadie.
Qué decir… si ya lo dije.
He pensado que, en un atrio a plena luz
me disuelvo en el pantano,
y de mí queda un lodazal en la ceniza
entre larvas que atisbarán rencores trazados
sobre huesos
y cavidades húmedas donde pierde el fulgor
su última brasa.
He pensado días enteros
resolviendo un crucigrama en la cabeza.
Mimeógrafo #137
Octubre 2024
La nada
Víctor Argüelles-Ángeles
(México)
Pareciera que nada tengo,
que nada ha bajado a la página
y ningún verso se ha desatado
de la rama de la noche.
Pongo mis hojas al sol
para verles crecer sus raíces;
moho que dé muerte a ese blanco inaudito
que todo principio es.
Preocupa a veces por sus dimensiones
por la inexactitud en lo que dice.
Se prolonga un intermedio entre verso y verso
y así la fronda cae.
Tiende puentes de lianas
donde pasarán espirales de formas encorvadas,
figuras, y todo acertijo que dará muerte
al diurno albor nacarado
pero no, no es así.
El intermedio prolongado
descansa entre línea y línea.
Su enorme vacío se dilata
hasta las horas altas de maleza
donde suspendo el transcurrir
de pies ajados por rocas avaras,
ásperas, sin intenciones
por conducirme
a descifrar.
(intermedio)