El viajero de las palabras

Noviembre: el mes del viaje interior

Noviembre llega como un susurro entre las hojas secas, con la luz que se inclina y los días que se acortan. El mundo parece más silencioso, y en ese silencio los libros abren sus puertas de par en par. No es casualidad que este sea el mes en que el alma busca dentro de sí misma, en los rincones donde lo cotidiano se disuelve y lo invisible toma forma.

He recorrido muchos caminos y, en todos ellos, he aprendido que cada historia es un universo que espera ser habitado. No basta leer: hay que entrar, sentir los pasos de los personajes, escuchar los murmullos de la narración y permitir que nos transforme. Este mes nos invita a ese viaje.

Ocho libros nos esperan como estaciones de un trayecto interior:
Desde la desesperación y la lluvia de José Revueltas, pasando por la oscuridad moral de Conrad, hasta los ecos de los muertos en Rulfo; desde la isla fantástica de Bioy Casares, la mente solitaria de Markson, la marea de voces de Woolf, la búsqueda poética de Bolaño, hasta la melancolía musical de Murakami. Cada uno es un camino distinto, pero todos conducen hacia el mismo paisaje: el interior del lector.

Caminaré con ellos, deteniéndome en cada página, escuchando, respirando, absorbiendo el ritmo de sus palabras. Si decides acompañarme, no traigas mapas: lo que buscamos no se encuentra fuera, sino dentro.

Noviembre nos recuerda que el viaje más largo y profundo es aquel que hacemos en silencio, con los ojos abiertos al universo de la imaginación. Porque cada historia que leemos, cada página que habitamos, es un reflejo de aquello que somos y que aún estamos por descubrir.

-El viajero de las palabras