Ricardo Santiago Musse Carrasco (Perú) - Metapoesía

Desde una remota lejanía, / donde sólo es estruendosa tu ermitaña melancolía, / omnipotente –sin embargo- emerges con el corazón estremecido, / (nuestros latidos se enmudecen ante tu portentosa soledad), / con el atávico ensimismamiento de tu silencio nos poblaste,

Ricardo Santiago Musse Carrasco (Perú)

10/24/2025

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Metapoesía

Ricardo Santiago Musse Carrasco
(Perú)

“Si hundes largo tiempo tu mirada en el abismo, el abismo acaba por penetrar en ti.”
(Federico Nietzsche - Más allá del Bien y del Mal).

Mimeógrafo #148
Septiembre 2025

I

Las canciones con sus profundas heridas,
lastimándonos muy profundamente, sintiéndonos lacerados
por su armoniosa melancolía: de esas contritas melodías unas deben apropiárselas el viento,
trasladándolas hacia la soledad insondable de los abismos,
donde insepultas y desgarradas, irredentas y desfallecientes,
habitan todas las voces –las otras, las que se apropiaron los siglos- de todos los hombres.

Mimeógrafo #148
Septiembre 2025

II

Decía que la distancia se apropiaría del silencio,
que el viento de la atávica melancolía la dispersaría en una continua e infinita lejanía,
-intangible siempre la recóndita herida en el alma-,
y seguiría siendo arrastrada totalmente ya fuera de nuestro alcance,
entonces la ausencia más profunda y menos remota es la que más cercana se encuentra del corazón,
y que impulsados por la nostalgia los latidos dejarían oírse;
no obstante, el destierro definitivo de nuestras voces irredentas.

Mimeógrafo #148
Septiembre 2025

III

El corazón lastimado y la voz desfalleciente,
sumiéndose en los definitivos abismos estos latidos agonizantes,
estertores con su música funesta, entonces este último esfuerzo:
Dejando en el viento los intangibles vestigios de la muerte.

Mimeógrafo #148
Septiembre 2025

IV

La melancolía se dispersa silenciosamente dentro del corazón:
Los latidos más profundos pronunciándonos todavía sobre el viento de los abismos.

Mimeógrafo #148
Septiembre 2025

V

Cantemos en voz alta,
(que las elegías entonen enérgicamente sus tristes estrofas),
postreros silencios que estas palabras depositan en el abisal corazón de los hombres,
(que el viento sostenga levemente sus intangibles nostalgias),
vociferando su confinada soledad desde las hondas entrañas de la tierra,
(que estas piedras conserven sus ancestrales voces):
De aquel abismo emergiendo las melancólicas canciones del mundo.

Mimeógrafo #148
Septiembre 2025

VI

¡Oh, Voz Insular, cuánta soledad arrastrada
hacia nuestros abismos!,
muchas son las angustias que atesora nuestro corazón,
recónditas y dolorosas son nuestras tribulaciones,
¿A quién clamar entonces –confinados dentro de esta música milenaria-
sino a tu quebrantada orfandad?:
Escucha los irredentos quejidos de nuestro silencio,
el eco afligido de nuestras silentes elegías,
la triste resonancia de los latidos,
-en suma- las voces de todos los siglos para pronunciar ahora,
(aunque el viento enmudezca luego atávicamente las palabras),
cuán dolorosas son las insulares soledades de todos los hombres.

Mimeógrafo #149
Octubre 2025

VII

Desde una remota lejanía,
donde sólo es estruendosa tu ermitaña melancolía,
omnipotente –sin embargo- emerges con el corazón estremecido,
(nuestros latidos se enmudecen ante tu portentosa soledad),
con el atávico ensimismamiento de tu silencio nos poblaste,
aunque insulares, pronunciándonos –y, además- dentro de nosotros,
(por eso desde este común abismo sólo salen palabras),
tu omnipresente Voz Insular que nos suscita todavía,
(porque aún es esta nostalgia la elegía más antigua),
atesorar en nuestros corazones tus tristes melodías, Poesía.

Mimeógrafo #149
Octubre 2025

VIII

La noche es tan inmensa que se cierne sobre nosotros (profundizados dentro de las entrañas de la tierra) esta abisal oscuridad dentro del alma. Sólo en el corazón y desde los abismos la profundidad del silencio. Y la atávica melancolía heredada de nuestros ancestros confinados en la memoria de estas inmemoriales piedras laceradas por las estentóreas voces que, sobre el viento milenario, se dispersan (para adherirse profundamente en sus corazones) hacia las postreras canciones de nuestros descendientes.

Mimeógrafo #149
Octubre 2025

IX

En aquellos tiempos remotos,
(donde inmóviles y oscuras, en nuestros primordiales abismos,
ya las piedras sostenían la derruida alma de las melodías),
qué debíamos procurarnos, para morar en medio de esa oscuridad
/inconmensurable,
sino aquella ínsula, con las aguas murmurando muy levemente sus elegías,
donde el viento debía surcar todas esas silentes profundidades
que distan mucho unas de otras, pero de donde podemos todavía pronunciar
(ahora aún después de transcurridas muchas escrituras) tus primeras palabras:
Remota Voz Insular/ Hacedora y Bienamada Poesía….

Mimeógrafo #149
Octubre 2025

X

Qué existía en los orígenes inmemoriales
/del silencio:
El tiempo remotísimo de las sutiles elegías en la
inconmensurable y vacía extensión de la palabra
/callada y ensimismada,
(en aquellas inmóviles y apacibles lejanías),
confinada dentro de sus propios abismos,
con el atávico lenguaje que una vez que
/nombró,
fueron hechas, al instante, estas ignotas
realidades dentro de nuestros corazones.

Mimeógrafo #149
Octubre 2025

XI

Tuvo que diseminarse hasta distancias infinitas
y nostálgicamente muy inaccesibles,
invisible dentro de la atávica oscuridad,
aunque sólo era primordial –para engendrar el mundo-
que tu Voz proceda de una abisal abertura provista de sutiles
cuerdas para que el viento las estremezca y suscite primero:
Ruidos guturales/ aciagos alaridos/ y luego la primera palabra
emergida de aquella ancestral boca de los orígenes para después
–dentro de los insulares corazones- cantar estas remotas y silenciosas elegías.

Mimeógrafo #149
Octubre 2025

XII

Tengo alrededor mío sólo vestigios sonoros,
piedras remotas que –laceradas por el tiempo- aún
conservan la memoria de la primera vibración del viento,
que se erigen, monolíticas, sobre despejadas profundidades,
donde precisamente, sobrecogidos con los inciensos en el alma,
diseminados, aislándonos dentro de estas palabras sagradas que
(con estos rudimentarios címbalos y erosionados salterios)
te ofrecemos a ti que profundamente colmaste los inefables
silencios que, en su triste vastedad, se difuminaron –insondables-
por toda esta poesía.

Mimeógrafo #150
Noviembre 2025

XIII

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