Poesía en imágenes del grande poeta del cine Andrej Tarkovskij

Andrej Tarkovskij nació el 4 de abril, en Zavraz'e, Rusia. Hijo del poeta Arsenij Tarkovskij y de Maria Ivanovna Visnjakova. Frecuentó la Escuela de Cine de Moscú y se graduó el 1960 con el violín y la apisonadora, que fue su tesis de graduación y su primera película (cortometraje) íntegramente dirigida por él mismo y que obtuvo el primer premio en el Festival de Cine de Escuelas de Nueva York.

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Yuleisy Cruz Lezcano (Cuba-Italia)

6/13/2024

Mimeógrafo #133
Junio 2024

Poesía en imágenes del grande poeta del cine Andrej Tarkovskij

Yuleisy Cruz Lezcano
(Cuba-Italia)

Andrej Tarkovskij nació el 4 de abril, en Zavraz'e, Rusia. Hijo del poeta Arsenij Tarkovskij y de Maria Ivanovna Visnjakova. Frecuentó la Escuela de Cine de Moscú y se graduó el 1960 con el violín y la apisonadora, que fue su tesis de graduación y su primera película (cortometraje) íntegramente dirigida por él mismo y que obtuvo el primer premio en el Festival de Cine de Escuelas de Nueva York.

La infancia de Ivan fue premiada en el 1962 con El León de oro en la muestra de cine de Venecia.

Sus películas sucesivas fueron Andrej Rublev, terminada en 1966, Solaris 1972, El espejos 1974, Stalker 1979, Nostalgia 1983, que fue filmada en Italia y Premuda en el Festival de Cannes. Su última obra fue Sacrificio, también premiada en Cannes, filmada en Suiza en 1985. Muere exiliado en París el 29 de diciembre de 1986.

Con esta breve crítica poética quisiera explorar su itinerario creativo, pulsional, emotivo que es un testimonial de un universo ético y de una estética que honra la poesía rusa y su tradición. Parece casi que Tarkovskij escuche su avatar lírico y que los personajes sean sus pensamientos que hablan, es como si hubiera hecho poesía en sus películas y de esto deja huellas en sus entrevistas.

En una de sus entrevistas dijo que «es imposible hablar de la cuestión de la creación artística con el lenguaje ordinario y racional».

Las escenas de este poeta de la imagen persiguen la viva voz de la mente. Tarkovskij es un lúcido cronista del malestar existencial, causado por la soledad y el íntimo exilio del hombre contemporáneo. Sus películas están llenas de una lenta melancolía.

La imagen no es este
o aquel significado expresado por el director de cine,
sino un mundo entero que se refleja
en una gota de agua,
¡en tan solo una gota de agua!

Una imagen
es una impresión
de la Verdad,
que el Señor ha dejado entrever
a nuestros ojos ciegos.

Hoy tuve un sueño extraño.

Era como si estuviera mirando el cielo, un cielo muy brillante, nublado, y arriba, arriba, la luz burbujeaba lentamente, materializada

en filamentos de tela solar, similares a hilos vivos e iridiscentes de las puntadas de seda de los bordados en Crepe japonés.

Y me parecía que aquellos filamentos, vivos y portadores de luz se movieran, ondeaban, volviéndose semejantes a pájaros volando a una altura inaccesible...

Tan alto que si hubieran perdido las plumas, esas plumas no se habrían caído, cayendo hacia el suelo, hubieran volado para arriba, transportados lejos para desaparecer para siempre de nuestros mundos. Y fluía, descendiendo del cielo, una música tranquila y encantadora, tal vez un tintineo de campanas o el trino de pájaros. "Son cigüeñas", escuché de repente una voz y me desperté.

Estamos crucificados en una sola dimensión, mientras que la mente es multidimensional.
Y lo sentimos y sufrimos
por la imposibilidad de saber la verdad...
¡Pero no hay necesidad de saberla! Hay que amar.
Y creer.
Porque la fe es conocer a través del amor.