Luciano Villarreal Rodas (México) - El día menos esperado ondea la bandera del desamor
Me declaro analfabeto de la poesía de Idea Vilariño Romani. Las razones: ignoraba que nació en Montevideo, Uruguay. Pertenece -porque la acabo de resucitar, pues si Cristo logró hacerlo, qué no podré hacer por ella- al grupo Generación del 45.


Mimeógrafo #146
Julio 2025
El día menos esperado ondea la bandera del desamor
Luciano Villarreal Rodas
(México)
Cita
Me declaro analfabeto de la poesía de Idea Vilariño Romani. Las razones: ignoraba que nació en Montevideo, Uruguay. Pertenece -porque la acabo de resucitar, pues si Cristo logró hacerlo, qué no podré hacer por ella- al grupo Generación del 45. Tampoco estaba enterado de sus facetas como traductora, compositora y docente. Obtuvo muchos premios que no mencionaré, pero debo acotar que fue pareja de Juan Carlos Onetti. No sé si la única o una de tantas. Dejaré la intriga y el chisme. Paso a lo siguiente.
Un día que no recuerdo, que no es lo mismo: no quiero recordarlo, Isaac me entregó una fotocopia de Poemas de amor de la adorable señora Vilariño (que no se entere Onetti en El Astillero, porque en verdad soy buen amigo de Larsen). Quizás muchos lectores de poesía (me refiero a los arrogantes), piensen que escribir poemas de amor es cursi, una tarea doméstica y exclusivamente femenina. Sin embargo, cómo evadir la cultura, la experiencia de vida; arrastrar la ignominia de ser mujer atada a convenciones, la marginación, el exilio y el rechazo. Percibirse como objeto desechable, decorativo, si puede considerar que lucir la belleza es sentir que pertenece, obligatoriamente (la mujer) al engranaje machista y dominante; segregacionista en el que despliega su recorrido vivencial, político, cultural, psicológico e ideológico. Entonces la poesía solo es paliativa o también experiencia y ocasión para la denuncia, el despliegue de la sensibilidad; hacer menos miserable encontrarse todos los días frente al closet repleto de vestidos para legitimar la feminidad o reivindicarla como lo hace Gioconda Belli en Y Dios me hizo mujer:
Y Dios me hizo mujer/ de pelo largo/ ojos/ nariz y boca de mujer/ con curvas/ y pliegues/ y suaves hondonadas/ y me cavó por dentro/ me hizo un taller de seres humanos/ tejió delicadamente mis nervios/ y balanceó con cuidado/ el número de mis hormonas/ compuso mi sangre/ y me inyectó con ella/ para que irrigara/ todo mi cuerpo/ nacieron así las ideas/ los sueños/ el instinto/ todo lo que creo suavemente/ a martillazos de soplidos/ y taladrazos de amor/ las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días/ Por las que me levanto orgullosa/ todas las mañanas/ y bendigo mi sexo.|
Idea Vilariño de forma lapidaria me dice como lector: “Esta soy yo. Si no te simpatizo, destruye el poemario. Así como escribo y traduzco, también busco. No siempre encuentro”:
Escribo pienso leo
Escribo
pienso
leo.
traduzco veinte páginas
oigo el informativo
escribo
escribo
leo.
Dónde estás
dónde estas
En sus Poemas es inevitable apreciar nostalgia, erotismo como combustible vital, fracturas amorosas, porque, a fin de cuentas, cuando el nudo del amor aprieta tanto o se desata, surge el desencanto por la vida. Incluso Vilariño hace un guiño a La niña de Guatemala: qué de novedad existe en morirse de amor. Deseo antitético. Observa lector.
Qué me importa
Qué me importa
lo que pedía
era tu ser entero para mí
en mi vida
aunque no te tuviera
aunque en días semanas meses años
no tuviera aquel dulce olor a flores
de tu piel suave usada
que me daba
todo el amor del mundo.
Lo demás
el amor
qué importaba
qué importa.
¿Cómo se mide la durabilidad del amor? No sé. Mientras existe se eterniza, queda suspendida en el mítico presente, atada a la pata de la cama como perro rabioso. Para qué el pasado, y ansiar el futuro.
Sabés
Sabés
dijiste
nunca
fui tan feliz como esta noche.
Nunca. Y me lo dijiste
en el mismo momento
en que yo decidía no decirte
sabés
seguramente me engaño
pero creo
pero ésta me parece
la noche más hermosa de mi
vida.
El amor qué va, es un juego de azar: se gana, se pierde, te endeudas o te estafan. Entonces no queda más que emprender nuevas travesías. Quizás el tiempo, la vida, la suerte te dé la posibilidad de la revancha. El duelo -según Freud- no debe prolongarse más de cuarenta días. Qué mejor si éste dura menos. La tecnología, así como es bondadosa, tiene su perversidad: en el amor que dé la oportunidad de boletinar en las redes sociales, sección Aviso Oportuno: “Urge una musa con todos sus defectos. Horario de entrevista: siempre”.
Y qué
Tomo tu amor
y qué
te doy mi amor
y qué
tendremos tardes noches
embriagueces
veranos
todo el placer
toda la dicha
toda la ternura.
Y qué.
Siempre estará faltando
la honda mentira
el siempre.
Otro
Si te digo que lo que añoro no
es eso que un cuerpo vale otro cuerpo
que cualquier abrazo sirve
que no me acuerdo cómo era.
Adiós
Aquí
lejos
te borro.
Estás borrado.
Me despido, si quieres, tú, lector saber más acerca de su obra, vida política y anécdotas que puedo contarte, rastréala en Google o bien solicítala en el sitio Web Buscalibre. Otro día platicamos tus opiniones acerca de ella.
Vilariño, Idea, Poemas de amor, Acall Editorial, 1979.