Fotografía: Carlos Abraham

Mimeógrafo #116
Enero 2023

La piñata mexicana

Eva Leticia Brito
(México)

La historia de la piñata en México se remonta a la época novohispana, en el complejo arquitectónico de Acolman, Estado de México. Cabe mencionar que este inmueble inició su construcción en 1539 por la orden de frailes de San Agustín. Está considerado como una joya de la arquitectura novohispana por su fachada de carácter plateresco, aunado a su capilla abierta y cruz atrial de estilo Tequitqui (manifestaciones artísticas realizadas por indígenas del área mesoamericana luego de la llegada de los españoles).

Remontando al posible nacimiento de las piñatas fuera de México, y según testimonios dejados por Marco Polo, su origen se encuentra en las celebraciones de año nuevo en China. Sus formas representaban diversos animales. Marco Polo (1254-1324) fue un comerciante y explorador veneciano que viajó a tierras orientales y sirvió al gobernante mongol Kublai Khan aproximadamente entre los años 1275 y 1292.

La tradición viajó a Italia y llegó al actual territorio mexicano en el siglo XVI, en ese entonces Nueva España. Los religiosos agustinos de Acolman la retomaron y utilizaron como herramienta de evangelización. La piñata se realizaba con una olla de barro y se decoraba con siete picos que simbolizaban los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. El artefacto tenía que ser golpeado con un palo y los ojos vendados, en señal de que la fe en la doctrina cristiana es ciega.
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En la cabecera municipal, misma en la que se localiza el complejo arquitectónico, se encuentra una representación escultórica de un fraile aporreando a una piñata. Anualmente se realiza la Feria Internacional de la Piñata en el mes de diciembre, que este año 2022 cumple 37 años de su edición.

Fotografía: Carlos Abraham