En la boda de la vecina

Sentado en banque de arquitecto, como cada noche, meditando y observando a través del gran ventanal el centro de la ciudad, comienza una noche nublándose, parece que va a comenzar a llover, pero no es así, sólo es la cantidad de nubes que con la fuerza del viento pasan moviéndose rápidamente, dando esa sensación misteriosa. / En esos momentos comienzan los recuerdos en mi memoria, recuerdo en este momento cuando asistí a la boda de mi vecina y amiga de todos los años, la organizo en la gran Ciudad, fue una de esas bodas que al final resultaban estar hechas como de película, su futuro suegro era algo así como el dueño de un mundo de cosas.

NARRATIVA

Carlos Abraham (México)

2/21/2023

Mimeógrafo #117
Febrero 2023

En la boda de la vecina

Carlos Abraham
(México)

Sentado en banque de arquitecto, como cada noche, meditando y observando a través del gran ventanal el centro de la ciudad, comienza una noche nublándose, parece que va a comenzar a llover, pero no es así, sólo es la cantidad de nubes que con la fuerza del viento pasan moviéndose rápidamente, dando esa sensación misteriosa.
En esos momentos comienzan los recuerdos en mi memoria, recuerdo en este momento cuando asistí a la boda de mi vecina y amiga de todos los años, la organizo en la gran Ciudad, fue una de esas bodas que al final resultaban estar hechas como de película, su futuro suegro era algo así como el dueño de un mundo de cosas.
Muy lista, resulto que se casó con el hijo de uno de esos magnates latinos, donde asistieron selectos e importantes invitados. Me gusto estar en la lista de invitados y poder acompañarla en este importante momento de su vida, éramos amigos desde la infancia lástima que muchas veces ese momento de ser la esposa de alguien dura pocos años, no recuerdo cuántos años o días le duro, todo termino, aunque se quedo con varias de sus propiedades.
La recepción la eligió en un lugar frente a un majestuoso lago con grandes arbustos a su alrededor, el lugar completamente abierto pero protegido por medio de unos grandes ventanales, que se podían abrir al antojo de la gente, se podía observar a través de ellos la gran iluminación del bello y grandioso lago artificial.
Los arquitectos habían colocado en el salón de fiestas, desniveles por todas partes, tanto en el exterior como adentro, hechos de madera, parece una cabaña Suiza, lo que hace que de repente no puedas ver lo que esta sucediendo en otras mesas, esto fue lo increíble para lo que me sucedió.
La arquitectura del lugar es interesante ya que cuenta con un área de forma poligonal, con vistas desde cualquier ángulo del lago, con buenas perspectivas y de repente protegiendo a las personas a no ser vistas por los desniveles.
Al momento en el que llegamos al acceso, dijimos a la persona que estaba recibiendo a los invitados, nuestros apellidos, y al escucharlo, nos llevo a nuestra mesa designada para que nos sentáramos para disfrutar la recepción de la boda, disfrutarla de otra manera, así me lo preparo mi destino.
Mi vida va a estar divertida en esta ocasión, se escuchaba la orquesta, los brindis de la cristalería creando un ruido especial, los novios pasaban a saludar y a agradecer a los invitados su presencia, de repente comenzó el gran evento, comenzaron a circular los meseros de buen cuerpo bien vestidos con las charolas alzadas en alto con sus brazos izquierdos.
Sirvieron la cena del banquete, los cubiertos extremadamente bien puestos, nunca note que estaba siendo vigilado por alguien, después de tomar varias copas de mezcal creado en Oaxaca, acompañado de unas copas de vino Francés, ya con el cuerpo extremadamente relajado, todo lo veía mucho mas alegre y completamente increíble, muchos colores volaban por mi cabeza.
Medio frágil con mi cuerpo coloque el brazo derecho atrás del respaldo de mi silla, y de repente escuche en mi oído una voz que me decía:
—Gusta usted de más alcohol.
A la vez sentí como el mesero se acercó tanto a mi oído que se pegó completamente a mi brazo.
Valió sólo esos segundos para volar la imaginación, duro unos segundos más, los cuales se volvieron eternos, puede sentir esa sensación de calor que de repente se logra sentir.
Continuo con su trabajo, cada que se acercaba a servirme más de esa bebida formidable que me tenía movido y libre de culpa, él volvía para acercar más su cuerpo a mi brazo, lo bueno que ni mi familia, ni nadie de los invitados, notaba lo que estaba pasando.
Después de unos minutos me levanté y camine con dirección al baño, sin darme cuenta estaba acompañándome a un costado, ya adentro sin que nadie viera lo que estaba pasando, voltee el rostro para topármelo completamente de frente, nos miramos los dos rápidamente, nos sonreímos, no hubo algún intercambio de nombres solo de nuestras miradas, ni de números telefónicos, olvide pedírselo.
Por dos ocasiones más volvimos a toparnos dentro del baño. Varias ocasiones más lo sentí totalmente cerca. Este ha sido un momento muy padre por la ocasión que era la boda de mi amiga de la infancia, algo completamente diferente que permanecerá dentro de mis recuerdos de mi vida, uno fantástico.