El laberinto subterráneo

La moribunda realidad truena en mis sentidos, entre el resbalar de las llantas automovilísticas y los taconeos de la humanidad mecanizada, muere mi realidad estridentemente sin sentido. Afuera parece llover, las estaciones suicidas que inundan las cisternas del abandono han llegado a mis pies, corren aguas purpúreas infestados de barquitos empresariales y cocodrilos corporativos, industrias crecientes en las necesidades salvajes del auto consumismo que recorren mi morada[...]

NARRATIVA

Leiru Racso

5/21/2013

Mimeógrafo #01
Mayo 2013

El laberinto subterráneo

Leiru Racso

La moribunda realidad truena en mis sentidos, entre el resbalar de las llantas automovilísticas y los taconeos de la humanidad mecanizada, muere mi realidad estridentemente sin sentido. Afuera parece llover, las estaciones suicidas que inundan las cisternas del abandono han llegado a mis pies, corren aguas purpúreas infestados de barquitos empresariales y cocodrilos corporativos, industrias crecientes en las necesidades salvajes del auto consumismo que recorren mi morada. Pero aquí, ante cilíndricas paredes todo yace en calma, solo la lluvia irreparable que ahora llega a mis tobillos me hace compañía, se han extinto los taconeos de la habitación de arriba, solo interrumpe el melódico ritmo de mis pulmones embolsados, un ocasional zumbido de bestias metalizadas que ahuyentan el silencio, escapan hacia el exterminio de la distancia, ahí donde no sobrevive mas fauna que la domesticada.

Las paredes se abren, se agrieta la circunferencia del eterno laberinto subterráneo, los minotauros de mi mente hacen fiestas paganas revelándose a mi fe, se detona cada una de mis neuronas, explotan en interminables colores y formas, he olvidado la ausencia de una extremidad, el sol de medio día que arde en mi espalda, la tristeza invencible de un estomago vacío. La realidad se ha puesto a jugar con la fantasía, han creado monstruos de graciosas siluetas, han derrumbado las paredes, me arrastran, flotando, volando, desintegrándose en la infinidad de mi laberinto, evoluciono, me han surgido aletas, mi sonrisa se convierte en agallas, nado, me sumerjo, doy vueltas, se vuelve oscura la mirada, se inundan mis pulmones, mi piel se convierte en una armadura de escamas, el laberinto se fusiona a otros laberintos, una cisterna de laberintos, un mundo de laberintos.

Nado, con la fuerza de mi aleta sigo la corriente, hacia donde se termina el universo, el universo es la unión de todos los laberintos, ahí donde se esconde la voz maternal del huérfano, se escucha un tronido, el techo comienza a volverse mas inmenso, detrás de mi, la muerte juega ajedrez con la vida, jaque mate, un ganador, un perdedor. Nado, nado irremediablemente hacia la nada, mis aletas cual alas vuelan entre las turbulentas corrientes, mis agallas convertidas en sonrisas, mis sonrisas convertidas en agallas, el aire se vuelve intemporal, puedo ver la fusión de todos los laberintos, una galería infinitamente desconocida. Un pequeño cataclismo surge en mi alma, la realidad desaparece, la fantasía se extingue, mis aletas dejan de luchar, en el último trecho del camino solo queda suspirar y dejar que la corriente nos guíe hacia el infinito.