Doble acento para un naufragio: Yuleisy Cruz Lezcano y la nostalgia como poética
Decía Baudelaire que “El genio no es más que la infancia recuperada a voluntad”. Acaso por ello la evocación suele ser el instrumento predilecto del poeta. Quien escribe aspira a volver a la casa paterna, a la niñez, porque intuye que rememorar los primeros años de vida es habitar un refugio que nos abre las puertas de la poesía. Doble acento para un naufragio / Duplo sotaque para um naufrágio (2023) de Yuleisy Cruz Lezcano (Cuba, 1973) es un poemario que se lanza a esa recuperación de la infancia...
ARTÍCULOS
Mimeógrafo #135
Agosto 2024
Doble acento para un naufragio:
Yuleisy Cruz Lezcano y la nostalgia como poética
Hiram Barrios
(México)
Decía Baudelaire que “El genio no es más que la infancia recuperada a voluntad”. Acaso por ello la evocación suele ser el instrumento predilecto del poeta. Quien escribe aspira a volver a la casa paterna, a la niñez, porque intuye que rememorar los primeros años de vida es habitar un refugio que nos abre las puertas de la poesía. Doble acento para un naufragio / Duplo sotaque para um naufrágio (2023) de Yuleisy Cruz Lezcano (Cuba, 1973) es un poemario que se lanza a esa recuperación de la infancia. Se trata de un libro que indaga en la memoria para buscar un asidero que permita entender el aquí y el ahora. Este libro puede leerse como la bitácora de un viaje existencia, pero también como una confesión que transita de la nostalgia por años de infancia y la patria perdida, a la gratitud por alcanzar un puerto de arribo, por la llegada a una nueva Ítaca.
El mar, la ventisca, el oleaje y, por supuesto el naufragio, figuran como elementos que dan cauce a uno de los temas centrales: el dolor por la partida, pero también el anhelo de un regreso que llena de vitalidad el canto. El libro está conformado por cuarenta y cinco poemas en los que descuellan las imágenes tomadas del mundo marítimo, y más aún: del fluir del agua como símbolo dual de trasformación y permanencia:
Antes o después me iré.
Se quedará quien fui
sentada sobre una piedra,
mirando a orillas de un río
como tiemblan las hierbas.
Los poemas de esta colección son también un balance de lo vivido, y sobre todo, de lo escrito; de la relación tan íntima que todo poeta establece (y enaltece) con el lenguaje como un vehículo con el que crea y recrea su mundo. El tema de la nostalgia no sólo se aprecia en las reminiscencias de la infancia o la memoria como función discursiva, sino también en la elección del español: Cruz Lezcano nació en Cuba, pero radica en Italia desde hace más de treinta años y es en la lengua de Dante en la que ha dado a conocer una obra literaria basta, que incluye libros de poesía y de narrativa. Volver a la lengua madre es de hecho el regreso nostálgico más profundo en este poemario.
En Doble acento para un naufragio / Duplo sotaque para um naufrágio también hay cabida para la contemplación del ahora, para la búsqueda de lo momentos que enriquecen el presente. Asimismo, para el homenaje literario, para la recuperación de las influencias o admiraciones que todo poeta lleva consigo y hace latente en su escritura. Pizarnik, por ejemplo, está presente como inspiración, pero también como introspección y punto de partida.
Doble acento para un naufragio / Duplo sotaque para um naufrágio es, hasta donde tengo noticia, el primer libro de Yuleisy Cruz Lezcano escrito en español. Y es también el primero que publica fuera de Italia. El libro fue editado en Portugal por Edições Fantasma, y cuenta con una traducción al portugués a cargo del poeta y traductor Carlos Ramos. El prefacio corre a cargo de la poeta española María Calle Bajo, de quien recupero esta afirmación que suscribo plenamente: “Sus versos son esbozos de la más anhelada infancia cubana, sus estrofas desdibujan las pulsiones de juventud y en su nota dominante de madurez se erige la fragilidad del atesorado tiempo”.
Yuleisy Cruz Lezcano
Doble acento para un naufragio. Duplo sotaque para um naufrágio.
Prólogo de María Calle Bajo.
Traducción al portugués de Carlos Ramos.
Edições Fantasma, 2023.
LIBRO OLVIDADO
Sucede que estoy cansada
de ser humana.
Ocultas están las palabras
que dicen la verdad,
enterradas en la inmensidad:
Barreras, fronteras, infinito,
abismos, bosques, montañas,
aliento para bajar y escalar.
Sirve una llave
para surcar puertas abiertas,
un reloj despertador
para madrugadas despiertas,
indicación de un paraíso,
lugar donde despertar los sentidos
como niños, bailando.
Estoy cansada de seguir buscando
el lugar donde nacen hombres.
La marea miente,
en la playa saliendo
el mundo aborta su vientre,
esconde la llave para abrir
un jardín que espera.
Y yo cansada de esta quimera
me vuelvo holgada manta,
como un pájaro que canta
abrazo la atmósfera.
Como si otra en mí creciera,
aunque si no tengo frío,
brindo el calor mío,
aprendo la ley de la calidez humana.
IDA Y REGRESO
Antes o después me iré.
Se quedará quien fui
sentada sobre una piedra,
mirando a orillas de un río
como tiemblan las hierbas.
Me iré.
Se quedará mi oído secreto
con la cabeza inclinada
para escuchar
una canción apretada
en una gota de rocío.
Se quedará algo que fue mío
dentro el alma de una flor
protegida del frío.
Me iré,
pero cuando la noche duerma
despertaré con el llanto del viento,
sombra ligera,
en apariencia florecida.
Regresaré de nuevo a la vida
al reventar del alba
de un día cualquiera.
A ALEJANDRA PIZARNIK
Vi a Alejandra Pizarnik
en los ojos de un pájaro
sin árboles,
en las ramas de ese árbol
sin aquel pájaro,
como quien se quita del camino
con el ala tendida al aire inútil
y el pecho bien vacío
de los lugares del canto.
La vi, con el corazón roto,
pedir limosnas,
un poco de caricias,
con lágrimas gruesas
y ríos y ríos de llanto.
La vi en sus versos
con los ojos perdidos,
en una necesaria ciega omnipresencia,
sin conocer la ciencia
de decir adiós y seguir viviendo.
DONDE LADRAN LOS PERROS
Los perros llenan
el silencio de la muerte
con ladridos,
no para el oído,
mas para la posibilidad de perecer
en flujos donde pasa
el reflejo de la sangre.
La lengua rota de sueños de paz
es demasiado ligera para caer
pero puede ejercer su poder
en este occidente que habla para complacer
la obsesión de palabras
que no sacian
todas las mentiras, que engordan
más que un cabaret de pasteles,
llenos de azúcar y de mermeladas.