Art Nouveau y Modernismo Hispano

El modernismo como ya ha sido postulado en innumerables ocasiones por muchos críticos, es una fusión de todo lo antiguo y todo lo nuevo para rechazar lo anterior y crear algo nuevo, moderno[...]

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Selene Aguilar

4/13/2013

Mimeógrafo #00
Abril 2013

Art Nouveau y
Modernismo Hispano

Selene Aguilar

El modernismo como ya ha sido postulado en innumerables ocasiones por muchos críticos, es una fusión de todo lo antiguo y todo lo nuevo para rechazar lo anterior y crear algo nuevo, moderno.

Normalmente se piensa que este movimiento empezó en Europa como la mayoría de los movimientos que han marcado la historia del arte, pero no es así. El modernismo fue creado en Hispanoamérica, aunque de sobra sabemos que no existe nada completamente nuevo, siempre existen patrones que se retoman de corrientes anteriores y siglos atrás.

Es por eso que al poner en tela de juicio de donde viene el modernismo se piensa que fue en Europa por tener influencias francesas al principio, pero después de ver todo lo que es capaz de abarcar, es cuando el modernismo hispanoamericano se abre a si mismo camino por sendero nuevos de investigación, retomando ya no solo aspectos de la cultura francesa, sino también de la norteamericana y española, entre otras. Transgreden el amor puro hasta llegar el erótico, por poner un ejemplo, y es ahí cuando se suscita un cambio innovador que determina la construcción del modernismo.

La visión de la sexualidad se vuelve más libre, el objeto del deseo se hace más palpable, la mujer se vuelve sensual en la poesía hasta un poco agresiva y feminista.

El arte por el arte tiene una transfiguración progresiva en este momento, dejando vanos prejuicios detrás para palpar de mejor manera la exigencia del ser que se escondía aun cual espectro, esperando el momento de sorprender a los videntes.

Significado estético del modernismo

Algunos de los conceptos básicos del modernismo no han sido establecidos aun, así que se busca a en el fondo del modernismo un cambio radical en una concepción del arte y su función en las modernas sociedades americanas y españolas.

Es precisamente por eso que se sigue discutiendo sobre el sentido estético de este movimiento. Se supone que al empezar a surgir nuevas primicias de una estética destinada a alcanzar una trascendencia y difusión verdaderamente excepcionales, que fue lo que Max Henríquez Ureña planteaba en su serie de ensayos donde se estudiaban los cambios literarios entre España y América a partir de 1875.

El modernismo considerado una de nuestras piedras angulares de nuestra literatura debe considerársele como una realidad para empezar a entenderlo. Podemos comenzar aceptando que el modernismo no es singular, sino plural ya que no solo es un modernismo del que hablamos más bien hablamos de varios “Modernismos”. Lo notable es que, pese a esa vertiginosa variedad, siempre podemos reconocerlo: todos sabemos lo que es, aunque no todos lo veamos bajo la misma perspectiva.

Su más grande hazaña fue ese pluralismo estético que establece como principio esencial del arte la libertad para crear y alcanzar ese reino interior de todo artista.

Impulso renovador

Esto se da cuando los románticos intentaron proponer lo mismo al comenzar el siglo, sin embargo, nunca lograron entender la verdadera diferencia que radica en “al ser verdaderamente libre es tratar de alcanzar los más arduos y sutiles ideales del acto creador”, y por eso, el modernismo es sufre el impulso renovador contra los modelos ya fatigados del post-romanticismo, el academicismo y la expresión literaria conformista y opaca que los románticos manejaron durante décadas.

Pero era de esperarse que un arte así fuera considerado como una provocación para la sociedad de la época. Lo que la sociedad no sabía es que el modernismo no era una simple corriente banal como la consideraban superfluamente, el modernismo sufrió un vasto cambio espiritual que tocó todos los aspectos de la vida hispanoamericana, abarcando desde la poesía hasta las artes plásticas, en sí todas las bellas artes. Que fue la expresión de una profunda crisis asociada con una situación particular de desarrollo de las sociedades americanas al acercarse el nuevo siglo como una manera de separarse de la influencia europea.

Matices del modernismo

Si es cierto que en ambos continentes el modernismo se desarrolló, pero otra cosa muy diferente es cómo se desarrolló en cada uno.

En lo que se refiere por el continente latinoamericano, hablando específicamente de México y Buenos Aires, habían logrado una notable expansión y notable prosperidad material solamente para algunos grupos determinados de la sociedad afines a los intereses y gustos europeos. Entre esas Elites, existía un deseo de cambio, un silencio clamando lo nuevo, cuando ese cambio llego, se le llamo: modernismo.

Habiendo tantos surgimientos como el cientificismo, el racionalismo y el utilitarismo, el modernismo tenía que avanzar. Así pues el modernismo nace de una aguda conciencia crítica de esas carencias n resueltas y del impulso por modernizar también el pensamiento, la sensibilidad y la vida espiritual de los hispanoamericanos que vivían en esas décadas finales con una creciente inquietud.

El modernismo exigía a la modernidad que las urbes criollas debían ser los focos de una nueva cultura, altamente refinada, en todo el sentido literal.

El arte por el arte

En Europa y América había una sensación de vacío y zozobra en medio de esa prosperidad ya que las maravillas de la técnica no hacían sino mostrar la desnudez y el desamparo espiritual del individuo los del artista sobre todo, quien al ir descubriendo su arte se topaba con el tremendo abismo que había entre él y una sociedad satisfecha que se contentaba con los productos adocenados del arte académico.

A partir de la década de los 80’s se presentan diversos cambios en las artes, nuevas tendencias que marcaron el nacimiento del Art Nouveau, donde existe una correspondencia directa entre todos los cambios y diseños creados de artistas anteriores, escondido detrás del contexto, las pinceladas y las líneas no vistas antes.

Los cambios que introduce el modernismo es la sensibilidad del creador, precisamente como reacción a la insensibilidad general que atribuye la sociedad en la que vive.

El modernismo es la búsqueda de lo absoluto, en un contexto histórico. Es una fuga hacia un mundo ilimitado, más humano y autentico, si restricciones ni parcializaciones, donde los más altos sueños y fantasías pueden cumplirse o al menor acariciarse.