Adiós a “El fantasma de la ópera”

Un domingo lluvioso, le regalaron a Marilyn dos boletos para ir a ver una obra al complejo cultural de la universidad de su estado, pero tenía que pasar por ellos a la estación de radio donde trabajaba su amiguísimo.

NARRATIVA

Carlos Abraham (Líbano-México)

5/25/2024

Mimeógrafo #132
Mayo 2024

Adiós a “El fantasma de la ópera”

Carlos Abraham
(Líbano-México)

Un domingo lluvioso, le regalaron a Marilyn dos boletos para ir a ver una obra al complejo cultural de la universidad de su estado, pero tenía que pasar por ellos a la estación de radio donde trabajaba su amiguísimo.

Lo más fácil para no conducir, fue invitar a su siempre amiga Julia, quien le pidió si podía enviar al guapo guarura de su marido a la estación de radio por los dos boletos, cuando en la oficina del radio vieron bajar de un BMW a un musculoso alto, todos se quedaron con la boca abierta, era guapísimo, llevaba su polo bordado en las mangas y en el torso con la bandera del árbol del país, lucía increíble, se le marcaba ese musculoso pecho, y más su pezón por el frío de la mañana.

Caminó por el vestíbulo de la estación, parecía modelo de revista, llegó hasta donde estaba la secretaria y ésta se quedó con la boca abierta, que solo pudo decir en un tono simple: “¿En qué le puedo servir? Casi se le escurre la saliva. Él le comentó que venía a recoger unos boletos para el teatro, de parte de la Sra. Marilyn. Ella se levantó para dirigirse a la oficina de su jefe y regresó con un lindo y oloroso sobre, pues les habían puesto un aroma a flores del Nilo.

Tomó fuertemente el sobre, dio las gracias y se giró dirigiéndose a la salida para entregárselos a su patrona.

Julia tomó con su mano derecha su celular Vertu, éste lo compró en el viaje relámpago del 16 de septiembre, cuando se fueron a ver a Alejandro Fernández, a Las Vegas; ese viaje terminó después del concierto en la suite presidencial del cantante, quien fue invitada personalmente a la pachanga privada que hubo, por lo que esa ves Julia estaba feliz sobre el piano blanco de cola que había de decoración, con un pianista vienés.

Esa noche solo tomaba en una copa de Baccarat, su vodka Russo-Baltique ahora lo tiene prohibido por su esposo, luego de todo lo que han vetado de la realeza de ese país.

El fin de semana, Julia pasó en su deportivo por Marilyn, las dos vestidas despampanantes. Julia, con un vestido de marca Zimmermann, y Marilyn, con uno de Veronica Beard de hace dos temporadas, el cual se lo heredó Julia, agregándoles a los dos un mega peinado de Silvia G., por lo que ambas lucían increíblemente, cualquier hombre las desearía juntas o por separado.

Se estacionó en el complejo cultural, dando un pequeño derrape de llantas que se llegó a escuchar. Bajaron, y lo primero que lucieron fueron los zapatos de la marca Nalebe, nadie sabe que los compraron en una promoción del 2x1, el cual compró Julia, los suyos, regalando el otro par de la promoción a Marilyn.

Luciéndose por las escaleras, mostraron sus boletos que les regalaron, entraron al auditorio de la universidad y se sentaron, estarían a un costado de donde se encontraba la rectora y comitiva institucional. Marilyn ya conocía a la rectora cuando estaba laborando en el área de cultura, e invitó a su mejor amigo a exponer su trabajo artístico en el museo que tienen en el centro de la ciudad.

Cuando entró la comitiva al auditorio y caminó para sus asientos, al ver a Marilyn le sonrió, saludándola. Marilyn se paró y se dirigió a ella para darse un saludo de beso, le recordó que la había conocido en la inauguración de la exposición fotográfica de su "brother”.

Comenzó la obra, no sabían que sería “El fantasma de la ópera”, pues los boletos se los habían dado. Las dos se pusieron a tararear las canciones, pues las conocían perfectamente, ya que habían visto la obra varias veces, pero en diferentes países; la vieron en Sydney, en Montreal, naturalmente en New York, en el Majestic, hasta en Londres la vieron. A la oficina les llegaron boletos cuando la pusieron en escena en la Ciudad de México, también la vieron en Ámsterdam, ahí les fascinó al contar con los subtítulos en unas pantallas para que pudieran saber los textos en inglés.

Le salieron las lágrimas a las dos, cuando recordaron cada vez que se cae el candil en escena, que todo duró 35 años.

Julia le comentó a Marilyn que estaba feliz porque estaban entre los 18 millones de personas de audiencia que vio la obra, logrando un total de siete premios Tony.

Ambas lloraron cuando el fantasma corre por los túneles del teatro y se sube a la barca, pero se conmovieron más porque la puesta en escena murió definitivamente, ya que la retiraron definitivamente de New York. Terminó “El fantasma de la ópera” para siempre, no lo pueden creer; ahora no saben cuál será su obra de teatro predilecta.

Terminaron escuchándola de regreso a casa, a bordo del vehículo, en la app de Pandora, cuyas canciones son un deleite en la voz de Joaquina Kalukango.